lunes, 15 de junio de 2009

INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA SOBRE CIRCOS QUE USAN ANIMALES




INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA


EL CAUTIVERIO EN LOS CIRCUS ES BRUTAL PARA LOS ANIMALES SALVAJES






Por
Andy Coghlan
20 May 2009

Pueden ser estrellas del espectáculo. Pero elefantes, leones, y tigres son los animales salvajes menos indicados para vivir en un circo, concluye el primer estudio global sobre el bienestar animal en los circos.

“No es sólo un factor”, señala Stephen Harris de la Universidad de Bristol del Reino Unido, quien dirige la investigación. “Es la escasez de espacio y ejercicio o la carencia de contacto social, todos estos factores combinados muestran la pobre calidad de vida comparada con la vida Silvestre” dice Harris.

La investigación concluye que en aproximado los animales salvajes toman solo del 1% al 9% de su tiempo en entrenamientos y el resto confinados en jaulas, vagones o recintos que normalmente cubren un cuarto del área recomendada a los zoológicos.

Los más afectados son los elefantes, leones, tigres y osos, con frecuencia confinados en jaulas donde sólo pueden pararse o sentarse por un tiempo prolongado.

Incluso si ellos están en un lugar más grande, no hay maderos para jugar, y en el caso hayan, ellos los usan para romper las cercas y poder escapar.




VIAJE ENFERMIZO

El viaje también tiene su precio aunque la evidencia es limitada. El estudio tiene datos que muestra que las concentraciones de la hormona del stress: cortisol en la saliva de los tigres de circo, se mantiene anormalmente elevada a los 6 días después del transporte y hasta 12 días en los tigres que son transportados por primera vez.

El itinerario puede ser extremadamente cansado. Cuando Harris y sus colegas analizaron 153 viajes circenses en Europa y América del Norte, muestran que las caravanas solo se quedan alrededor de una semana en cada lugar que muestran el espectáculo con un aproximado de 300 kilómetros entre cada localidad.

Aun cuando llegan a su destino, los animales se mantienen en condiciones drásticamente distintas a su hábitat natural. Los elefantes pueden estar encadenados de 12 a 23 horas por día, y en aéreas de sólo 7 a 12 metros cuadrados, cuando no participan en el show. Y ellos solo podrían moverse hasta donde las cadenas les permitiesen, es decir, entre 1 y 2 metros.

En su hábitat, los elefantes toman del 40% al 75% de su tiempo alimentándose y cubriendo un área de más de 50 kilómetros en un día.

La evidencia muestra también que los elefantes, leones, tigres, osos, incluso los loros adoptan repetitivos movimientos anormales en su conducta llamados estereotipos.

También, los animales sufren enfermedades debido al confinamiento y a los trucos que tiene que aprender para el espectáculo. Los elefantes, por ejemplo, se vuelven obesos por su inactividad y desarrollan desordenes reumáticos y cojera como resultado. También desarrollan hernias por tener que adoptar posiciones no naturales durante el show.




COMPORTAMIENTO NO NATURAL

“No hay evidencia para sugerir que las necesidades naturales de los animales no domesticados pueden ser encontradas en las condiciones de vida y el manejo de recursos que muestran los circos”, concluye el estudio. “Ni ambiente natural ni comportamiento natural pueden ser recreados en los circos”.

A pesar que sus condiciones no son ideales, las especies mejor acomodadas a la vida circense incluyen animales domesticados desde mucho tiempo atrás, tal como los perros y caballos. Los caballos, por ejemplo, han sido adaptados por un periodo largo para tirar carretas.

Lo mismo no es verdad, sin embargo, de la mayoría de los glamurosos animales salvajes. “Esto encaja con lo que intuitivamente tu imaginarías, que dado el extensivo transporte, el estéril ambiente y las incomodas condiciones, tendrías problemas en tu bienestar”, dice Rob Atkinson, encargado de la oficina de vida silvestre (wildlife department) en la Royal Society for the protection of animals en el Reino Unido.

El estudio nota que algunos países como Austria ya han prohibido animales salvajes en los circos, pero ellos (los animales) aún tienen una importante participación en la mayoría de circos de EEUU y Europa. Los elefantes ya no aparecen en los shows en los circos del Reino Unido desde hace 10 años, pero 3 han estado en exhibición desde febrero en el Great British Circus.






Referencia: Animal Walfare, vol. 18, p 129

Traducción-Colaboración: Arturo Moreno Sotelo







Circus captivity is beastly for wild animals





20 May 2009 by Andy Coghlan



Stars of the show they may be, but elephants, lions and tigers are the wild animals least suited to life in a circus, concludes the first global study of animal welfare in circuses.


"It's no one single factor," says Stephen Harris of the University of Bristol, UK, and lead researcher of the study. "Whether it's lack of space and exercise, or lack of social contact, all factors combined show it's a poor quality of life compared with the wild," he says.


The survey concludes that on average, wild animals spend just 1 to 9 per cent of their time training, and the rest confined to cages, wagons or enclosures typically covering a quarter the area recommended for zoos.


Worst affected are elephants, lions, tigers and bears. Often they're confined to cages where they pace up and down for hours on end.


"Even if they are in a larger, circus pen, there's no enrichment such as logs to play with, in case they use them to break the fence and escape," says Harris.


Travel sick


Travel also takes its toll, although the evidence is limited. The study cites data showing that concentrations of the stress hormone cortisol in saliva from circus tigers remains abnormal up to 6 days after transport, and up to 12 days in tigers who've never travelled before.


The itineries can be gruelling too. When Harris and his colleagues analysed 153 European and North American circus trips, troupes only stayed at each single location for an average of a week before moving on, with an average of almost 300 kilometres between locations.


Even when they reach their destinations, the animals are often kept in conditions drastically different from their natural habitat. Elephants can be shackled for 12 to 23 hours per day when not performing, in areas from just 7 to 12 square metres. Often, they could only move as far as the chain would let them, just 1 to 2 metres.


In the wild, elephants spend 40 to 75 per cent of their time feeding, and cover up to 50 kilometres in a day.


Evidence also shows that circus elephants, lions, tigers, bears and even parrots, adopt repetitive abnormal movements and pacing, called sterotypies.


Also, the animals suffer ill-health both from confinement and from the tricks they learn to perform. Elephants, for example, become obese through inactivity and develop rheumatoid disorders and lameness as a result, as well as joint and hernia problems through having to adopt unnatural positions during performance.


Unnatural behaviour


"There is no evidence to suggest that the natural needs of non-domesticated animals can be met through the living conditions and husbandry offered by circuses," concludes the study. "Neither natural environment nor much natural behaviour can be recreated in circuses."


Although their conditions are not ideal, the species best suited to circus life include animals domesticated generations ago, such as dogs and horses. Horses, for example, have long adapted to travel between racecourses.


The same is not true, however, of the most glamorous wild animals. "It fits in with what you would intuitively imagine, that given the extensive transport, the sterile environment and the cramped conditions, you get welfare problems," says Rob Atkinson, head of the wildlife department at the UK Royal Society for the Protection of Animals.


The study notes that some countries such as Austria have already banned wild animals from circuses, but they still feature prominently in major circuses of the US and Europe. Elephants disappeared from UK circuses for 10 years, but three have been on display since February at the Great British Circus.




Journal reference: Animal Welfare, vol 18, p 129






Marisol Ávalos Q. Cel. (511) 998936430

Cordinadora de Prensa

PerúAntitaurino

Comité de Protección a los Animales

Circos sin Animales-Perú







Campaña Nacional:



CIRCOS SÍ, PERO SIN ANIMALES-PERÚ



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